Pues porque cuando llueve, para no mojarnos, nos resguardamos en los soportales del parque. Y es ley: siempre que estamos allí, viene la Policía Nacional o Municipal a registrarnos. Bueno, y si además da la casualidad de que Alvarito ha bajado ese día, ya es 100% seguro.
Recuerdo una semana lluviosa del año pasado que vinieron tres días seguidos; para repartirnos los DNI's ya nos les hacía falta ni mirar la foto...
Lo cierto es que como ya nos conocemos la historia, procuramos estar bastante al loro y no suelen pillarnos desprevenidos. Además, contamos con la inestimable ayuda de los yonkis, que habitualmente nos avisan si los ven venir. Hay que reconocer que tienen una especie de sexto sentido, parece que los huelen a kilómetros. Luego suelen pedirnos unos tirillos o una chusta a modo de recompensa.
Cuando vemos un coche con luces azules y una clara intención de pararse, empiezan las tareas de ocultación de material, que dejan volar nuestra capacidad de inventiva y nos dejan imágenes tan curiosas como ésta:
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